BY NEXUS AGENCIA
Las cenas y comidas de empresa son ese terreno donde la cultura corporativa se mezcla con el factor humano… y donde una buena gestión puede convertir la velada en un éxito o en un caso práctico de “riesgos reputacionales”. Desde Nexus, aquí va una guía clara —y muy terrenal— de qué hacer y qué evitar para que todo salga redondo.
Lo que SÍ conviene hacer
Planificar con precisión quirúrgica
Reservar con tiempo, confirmar asistentes y prever dietas especiales evita improvisaciones de última hora y mantiene el evento en modo “excelencia operativa”. En Nexus consideramos esta fase el 50 % del éxito.
Generar un ambiente cercano
Romper el hielo, mezclar equipos y fomentar conversaciones informales ayuda a crear vínculos reales. El objetivo es que la gente se relacione con naturalidad, no que se sienten por departamentos como si fueran islas.
Ser agradecidos
Reconocer el esfuerzo del año no es solo un gesto: es un catalizador emocional. Unas palabras sinceras, consolidan el sentido de pertenencia.
Cuidar la imagen profesional
Incluso en un entorno relajado, la marca personal sigue funcionando. Humor sí, pero en versión “apto para el día siguiente”.
Lo que NO conviene hacer
Forzar la diversión
Las dinámicas obligatorias o los discursos eternos generan el efecto contrario: rigidez instantánea. En Nexus apostamos por la espontaneidad controlada, no por la animación forzada.
Excederse con las copas
No hace falta entrar en detalles. Todos conocemos historias. Mantener un punto de equilibrio evita que la comida o cena acabe derivando en comités de crisis informales.
Hablar de temas sensibles
Política, conflictos internos o revisiones de rendimiento: no, gracias. Las comidas o cenas de empresa son para conectar, no para encender debates que ni el postre puede salvar.
Convertir el evento en una reunión disfrazada
Si alguien empieza con “ya que estamos todos…”, red flag absoluta. El objetivo es disfrutar, no añadir tareas mentales.
La filosofía Nexus
En Nexus entendemos estas celebraciones como un activo estratégico para el clima laboral, siempre que se gestionen con cabeza, humanidad y un toque de humor bien medido. Si se equilibran expectativas, logística y comportamiento, la cena o comida no solo será agradable: será un impulso real para la cohesión del equipo.






